El título más ingenioso de Olé de los últimos años

Soy lector de Olé desde su Nº1, allá por mayo de 1996. Soy de los que con 15 años me comí una cola de 3 horas en el Shopping Caballito para llevarme una de las pelotas que regalaron a los lectores fieles en su lanzamiento. Gracias al diario aprobé Biología de 3º año: con sólo prestárselo cada mañana a mi profesor (fana de San Lorenzo) tenía un 10 asegurado. A los 20 años cumplí el sueño de convertirme en uno más de sus periodistas, pero la huida de De la Rúa en helicóptero me dejó sin efectivización.

Llevo 14 años leyendo sus páginas, despertándome con el Olé en la mano. Y en ese lapso leí grandes títulos, una de las marcas registradas del diario. Pero pocos como el que hoy publican en la página 6, en una nota sobre la indignante visita de la barra oficial de la Selección a la concentración argentina. Para mí, sin dudas el mejor título de Olé de los últimos años. Aplausos para el ideólogo. Y más aplausos para Gustavo Grabia, un orgullo del periodismo deportivo argentino por su constante investigación sobre el accionar de los barras en la Argentina. Si, como dijo Maradona, Garcé tiene dos testículos que le rozan las rodillas; a Gustavo le llegan a los tobillos.