"Lo que pasa es que desde que se inventaron los penales, un equipo como éste de Italia puede salir campeón", dijo Diego Latorre en la transmisión de Canal 7 cuando la suerte de la Azzurra ya estaba echada. Y razón no le faltó. El histórico planteo del fútbol tano siempre corrió este peligro. En 1982 le salió bien, cuando pasó a la segunda ronda después de ¡3 empates! y luego mejoró y salió campeón. En 2006 casi lo echa Australia en octavos, pero ayuda arbitral mediante pasó a los oceánicos y el sprint final le bastó para levantar su cuarta Copa con penales en la final ante Francia.
Esta vez se acordó tarde de mejorar. De pensar en el arco de enfrente. De hacer valer el escudo con las cuatro estrellitas. Y chau Mundial. Los últimos 25 minutos ante Eslovaquia, en los que pasó de todo, mostraron a la mejor Azzurra en ataque. Y a la peor en defensa, es verdad. Pero la maravillosa habilitación de taco de Iaquinta en el 1-2 y el tremendo golazo de vaselina de Quagliarella en el 2-3, sirvieron para demostrar que tenía jugadores para ser algo más que catenaccio y Forza Italia. Lippi no pensó lo mismo. Por eso diseñó este equipo mezquino al que en la conferencia de prensa le soltó la mano. Marche preso.
Esta vez se acordó tarde de mejorar. De pensar en el arco de enfrente. De hacer valer el escudo con las cuatro estrellitas. Y chau Mundial. Los últimos 25 minutos ante Eslovaquia, en los que pasó de todo, mostraron a la mejor Azzurra en ataque. Y a la peor en defensa, es verdad. Pero la maravillosa habilitación de taco de Iaquinta en el 1-2 y el tremendo golazo de vaselina de Quagliarella en el 2-3, sirvieron para demostrar que tenía jugadores para ser algo más que catenaccio y Forza Italia. Lippi no pensó lo mismo. Por eso diseñó este equipo mezquino al que en la conferencia de prensa le soltó la mano. Marche preso.
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