La tapa del lunes: Colón 1 - River 2

Fue un domingo de emociones para el Clausura 2008. Cinco partidos, cinco finales electrizantes. Los usuarios del decodificador y bares afines, agradecidos. Las esposas antifútbol, maldiciendo a Macaya y Cía.

¡VIVEN! El gran título de la 17º fecha estuvo en el Cementerio de los Elefantes. Pero esta vez la noticia no fue la caída de trompa de un grande, sino la definitiva resurrección del River de Simeone. Y con gustito a minirevancha por aquella lluvia de maíz post 8M que bajó desde la siempre exigente platea San Martín: la victoria ante Colón se armó con 10 jugadores, porque desde los 18' el Millo jugó sin Ponzio, decisión exagerada de Pezzotta mediante, que le sacó la segunda amarilla por patear la pelota a tres metros de distancia luego de un cobro en contra (inicialmente se la mostró erróneamente a Villagra, pero lo corrigió el asistente. Cuesta creer que el árbitro le hubiera sacado la segunda tarjeta si sabía que era para el ex Newell's).

Para destacar: gran partido de Ahumada. Si declarara con la misma habilidad con que se adueña del mediocampo sería un jugador completo. Importante también lo de Ortega, autor intelectual del primer gol habilitando a Villagra, que definió como... Ortega. El Burrito jugó desde el arranque tan bien como cuando Simeone lo utilizaba para los segundos tiempos. Hay olor a titularidad recuperada. Y a campeonato para River.

EN EL OLIMPO. El hincha vive de los resultados, es verdad. Pero en Bahía Blanca deberán aplaudir la remontada de Olimpo a pesar de que en dos fechas los malditos promedios digan que tiene que volver a la B Nacional. Lea detenidamente: de los últimos seis partidos, ¡ganó cinco! Y con victorias en San Juan, Parque de la Independencia y ante San Lorenzo. Todo con Daniel Florit en el banco, DT de Inferiores que agarró la Primera tras la salida de Saporiti, y ya hizo varios milagros. Le quedan dos más: River en el Monumental y Estudiantes en Bahía. Con un Barrado inspirado como ayer (más Diego Armando que nunca) y la garra que meten, la utopía dejará de ser tal.

UN VOTO DE CONFIANZA. Cuando Boca se fue al entretiempo empatando 0-0 con Arsenal, y mientras Pedro Pompilio era elegido oficialmente como presidente del club, más de un hincha xeneize pedía la cabeza de Mauro Boselli. El delantero ocupaba el tercer lugar del podio de los más puteados en la Bombonera, que encabezan largamente Leandro Gracián y Neri Cardozo. Pero Carlos Ischia hizo más oídos sordos que nunca, sacó a Mouche para darle pista a Noir (el muchachito de la película contra Racing) y tras un rápido 0-1, Boca dio vuelta el partido con un tremendo hat-trick de... Boselli. Definición de manual en el 1º, soberbia pegada en el 2º y palermiana chilena en el 3º. Suficiente para cambiar de podio: se retiró de la cancha como uno de los más aplaudidos. Y por él, y los pibes que no paran de remontar partidos (de 0-1 a 2-1 con Racing, de 0-1 a 1-1 con Vélez y de 0-1 a 3-1 con Arsenal), Boca sigue con chances en el Clausura.

DEJA VU. En la misma cancha donde casi deja escapar el Apertura 06 que después le ganó a Boca, Estudiantes volvió a dejar escapar dos puntos que puede lamentar mucho. Cancha chica la de Argentinos. Y rendimiento ídem de un equipo que dependió demasiado de Verón. Huracán, a esta altura mimetizado de Bicho Colorado, se las ingenió para empatarlo a puro centro, y su gente terminó cantando por la piedra en el camino que le pusieron a los de Sensini.

UN DOMINGO CUALQUIERA. ¡Cuánto hacía que el Lobo no tenía un fin de semana tan redondo! Sumó de a 3 después de cinco partidos. Fue victoria sobre la hora ante Vélez (con quien se arrastra una pica importante desde las épocas de Chilavert vs. mellizos Barros Schelloto) y puño cerrado por los dos puntos que el vecino dejó en la Paternal. Otra vez Néstor Martinena saltó desde el banco para salvar la ropa. A puro grito se ganó un lugar entre los once, Topo.