Por Diego Marcos*
Tucumán anticipó la celebración por el 9 de julio. Y vivió un fin de semana cargado de gloria. Casi 60.000 personas (¡Tre-men-do!) soltaron el esperado “Dale campeón, dale campeón…”. Unos primero, otros después, coincidieron en el máximo festejo futbolero.
El sábado, San Martín coronó su espectacular campaña consagrándose campeón de la Primera B Nacional. Empató a uno con Rafaela y aprovechó similar resultado de Godoy Cruz, contra Chicago. Había ascendido tres fechas antes, nada más y nada menos. Ganó el torneo de punta a punta, y es un verdadero ejemplo de continuidad de un proyecto de trabajo. Carlos Roldán, el Negro Roldán, aquel que estuvo a un pasito de llevar a la A a Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, agarró al equipo en la liga local, en el peor momento de su historia. Cinco años después, lo metió en Primera, a jugar otra vez contra los grandes. Santa hazaña, pues.
El domingo, el que celebró fue Atlético: en una dramática definición por penales (4-2), se impuso a Racing de Córdoba y ganó el campeonato Argentino A, por lo que en la 2008/2009 jugará la B Nacional. De la mano del Indio Jorge Solari –sostenido en el cargo, un año atrás, tras una frustración- se sacó el karma de equipo grande que se achica en las finales. Fue superlider en la ronda clasificatoria, ganó también la etapa semifinal, y derrotó a la Academia (¡Qué promoción se viene contra Talleres!) en dos partidos de rompe y raja. Por fin, entonces, el Decano se recibió de campeón.
Nadie durmió en la provincia este fin de semana. Y los diarios, menos. La Gaceta y El Siglo (aquí sus tapas) jamás habrán vendido tanto como en estos días. Tucumán vive el sueño dorado de su fútbol.
*Ex redactor de Deportes de La Razón y prosecretario de Deportes de Crónica. Actualmente es redactor jefe de la revista Paparazzi.
Tucumán anticipó la celebración por el 9 de julio. Y vivió un fin de semana cargado de gloria. Casi 60.000 personas (¡Tre-men-do!) soltaron el esperado “Dale campeón, dale campeón…”. Unos primero, otros después, coincidieron en el máximo festejo futbolero.
El sábado, San Martín coronó su espectacular campaña consagrándose campeón de la Primera B Nacional. Empató a uno con Rafaela y aprovechó similar resultado de Godoy Cruz, contra Chicago. Había ascendido tres fechas antes, nada más y nada menos. Ganó el torneo de punta a punta, y es un verdadero ejemplo de continuidad de un proyecto de trabajo. Carlos Roldán, el Negro Roldán, aquel que estuvo a un pasito de llevar a la A a Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, agarró al equipo en la liga local, en el peor momento de su historia. Cinco años después, lo metió en Primera, a jugar otra vez contra los grandes. Santa hazaña, pues.
El domingo, el que celebró fue Atlético: en una dramática definición por penales (4-2), se impuso a Racing de Córdoba y ganó el campeonato Argentino A, por lo que en la 2008/2009 jugará la B Nacional. De la mano del Indio Jorge Solari –sostenido en el cargo, un año atrás, tras una frustración- se sacó el karma de equipo grande que se achica en las finales. Fue superlider en la ronda clasificatoria, ganó también la etapa semifinal, y derrotó a la Academia (¡Qué promoción se viene contra Talleres!) en dos partidos de rompe y raja. Por fin, entonces, el Decano se recibió de campeón.
Nadie durmió en la provincia este fin de semana. Y los diarios, menos. La Gaceta y El Siglo (aquí sus tapas) jamás habrán vendido tanto como en estos días. Tucumán vive el sueño dorado de su fútbol.
*Ex redactor de Deportes de La Razón y prosecretario de Deportes de Crónica. Actualmente es redactor jefe de la revista Paparazzi.
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