Desde ayer, los cabuleros son más cabuleros. Los que se aferran a la fe, cualquiera sea su religión, son más creyentes. Y los que no creían en las brujas, empiezan a mirarlas de reojo. Porque toda la mala suerte que acompañó a Racing durante este interminable semestre cambió por 90 minutos. Y cambió en el momento más crucial de su historia reciente: cuando se jugaba su permanencia en Primera.
Su hinchada, llenando una cancha como en los grandes días de gloria, fue el jugador Nº12. Y los nervios fueron el jugador Nº13. Mucha presión, sí. Mucha garra, sí. Poco juego, también. A cuentagotas. Y una de esas gotas fue la que mandó a la Promoción muy muy lejos, como cantó su gente al final. Jugadón de Maxi Moralez, en coautoría con Facundo Sava, y 1-0 a los 10'. Casi como en Córdoba, cuando Racing se puso en ventaja a los 14' con otro gran gol. La diferencia fue que ayer, antes y después de ese grito, la Academia se vio superada por un rival que tenía mucho más para ganar que perder. Algo que con el resultado puesto, poco importa por Avellaneda.
Su hinchada, llenando una cancha como en los grandes días de gloria, fue el jugador Nº12. Y los nervios fueron el jugador Nº13. Mucha presión, sí. Mucha garra, sí. Poco juego, también. A cuentagotas. Y una de esas gotas fue la que mandó a la Promoción muy muy lejos, como cantó su gente al final. Jugadón de Maxi Moralez, en coautoría con Facundo Sava, y 1-0 a los 10'. Casi como en Córdoba, cuando Racing se puso en ventaja a los 14' con otro gran gol. La diferencia fue que ayer, antes y después de ese grito, la Academia se vio superada por un rival que tenía mucho más para ganar que perder. Algo que con el resultado puesto, poco importa por Avellaneda.
Belgrano fue más de principio a fin. Pero no la embocó. Gigli coqueteó varias veces con el gol, pero se volvió a Córdoba con la pólvora mojada. Y Claudio Bustos erró una de ésas que a fin de año estarán en el compacto de bloopers TyC Sports. Por eso los de Mario Gómez no ascendieron a la A. Por eso y por su amarretismo exacerbado de hace cuatro días, cuando jugó como visitante siendo local, y se llevó un empate que ni mereció. Ayer jugó como local siendo visitante. Pero esta vez la suerte estuvo del otro lado. Y chau B.
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