lunes, 9 de junio de 2008

La gran final uruguaya: Peñarol ganó el Clausura y va por el título anual tras 5 años de sequía

A lo macho. O a lo Peñarol. Tremenda final la del Clausura uruguayo: más de 60.000 personas en el Centenario, y un trámite capaz de marchitar corazones. River, el sorprendente equipo del cada vez más audaz Juán Ramón Carrasco (¿para cuándo una chance en la Argentina?), ganaba 3-1 y se encaminaba a la consagración esperada por la mitad del vecino país (y no precisamente por los pocos hinchas del equipo darsenero), pero la estirpe aurinegra emergió de las cenizas, y en un cierre de ensueño Peñarol metió 4 goles, ganó 5 a 3, cortó una sequía de 5 años sin títulos y ahora definirá el Anual Uruguayo contra Defensor, ganador del Apertura.

Lógico: los diarios montevideanos se hacen eco de la alegría mirasol. Fiel a su estilo, el tradicional El País titula “Peñarol lo dio vuelta y es campeón: los aurinegros perdían 3-1, pero ganaron 5-3 en espectacular final del Torneo Clausura”, y destaca que “desde que asumió Saralegui, Peñarol logró 33 de 36 puntos. Después de 5 años vuelve a jugar por el título del uruguayo”. Para El Observador, “Con garra y goles, Peñarol llegó a la cima”. La República titula “Volvió Peñarol”, y luego completa que “Esta vez Goliat goleó a David. Con cinco goles rompió el quinquenio sin copas que sufría desde el año 2003. Perdía 1-3 y lo remontó a un 5-3. Los aurinegros hicieron un gran campeonato, a pesar que desde el inicio habían quedado prácticamente desahuciados”.

Ultimas noticias prueba un cantito futbolero: “Y ya lo , campeón otra vez”. En la bajada informa que “Peñarol, que hacía 9 torneos que no daba una vuelta olímpica, ayer derrotó 5-3 al River de Carrasco y logró consagrarse campeón del Clausura. Ahora deberá definir el Uruguayo con Defensor, a partir del domingo 22”. Y en su portada deportiva titula: "¡Al fin sos mía!", con la imagen del capitán Antonio Pacheco levantando la copa. La Diaria, a su vez, titula “Inolvidable”, y remarca que “Peñarol le ganó a River en una final con ocho goles, signo de la fiesta que fue el Campeonato Clausura”. ¡Salud, glorioso Carbonero!

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