La tapa de San Lorenzo 1 - Liga de Quito 1

Llegó el momento de decirlo. Definitivamente ésta no es la Copa de los arqueros argentinos. Repasemos:

• Bossio no tuvo una feliz serie de octavos contra el Atlas. En realidad no tuvo reflejos para evitar los goles mexicanos. Y chau Lanús.
• Andújar se olvidó del reglamento que se incorporó después de Italia 90, ése que dice que el arquero no puede tomar la pelota con sus manos después de un pase intencional de un compañero con el pie. Amnesia que terminó en gol de La Liga y eliminación pincharrata.
• Carrizo se pasó de revoluciones en el histórico 2-2 del 8M ante San Lorenzo. Y casi protagoniza el mayor blooper de la historia de la Copa Libertadores, cuando en medio de la angustia por la inminente eliminación de su River, puso el pie de manera displicente para detener un pase atrás, y la pelota le pasó por debajo, fue mansita hasta el arco, y pegó en el palo.
• Caranta ya había avisado en el Mineirao: en cada centro al área su vista se nublaría más que la de Rodrigo Palacio para convertir en un mano a mano. El Atlas tomó nota de esto, y cumplió el plan a la perfección: dos centros, dos goles. En el segundo, con enorme responsabilidad del ex Instituto.

Hasta acá, el único inmune era Orión, arquero de un San Lorenzo que venía con el pecho inflado luego de la Hazaña Monumental. Pero Agustín no quiso ser la excepción a la regla, y se mandó una digna de broche de oro para el resumen anual de bloopers que TyC Sports hace en cada fin de año. Quizá el canchero (el que cuida el césped de la cancha, no Orión) había tirado arena en el área antes del partido y el Uno pensó que estaba jugando fútbol playa. Porque otra explicación no se le encuentra a su intento de hacer jueguito ante la arremetida de Claudio Bieler, delantero de equipo ecuatoriano pero con sangre -y viveza- criolla.

Semejante torpeza, comparable a la de Botinelli en Núñez, no bajoneó al Ciclón (si no lo bajoneó las 2 expulsiones con el 0-2 ante River, no lo bajonea nada) y llegó rápidamente al empate, exquisita pegada de Adrián González mediante. Y después vino una película parecida al 0-0 con Cruzeiro en el Bajo Flores. San Lorenzo fue sin ideas, pero fue. Con D'Alessandro más metido que en el primer tiempo. Con Menseguez (en cancha por Acevedo) complicando por derecha. Con Silvera complicando... lo fácil (increible el mano a mano que desperdició). Y La Liga se defendió con argumentos, cerrándose bien atrás y explotando alguna que otra contra. Enorme partido de Joffre Guerrón. Gran juego de Damián Manso. Destacado nivel de Bolaños.

Fue empate. Derrota para San Lorenzo en la lectura entrelíneas. Pero quedan 90 minutos en los 2.850 metros de altura de Quito. Bastante menos que los 4.000 de Potosí, desde donde San Lorenzo se trajo un 3-2 que hoy le permite seguir soñando con su primera Libertadores. A pesar de que Orión lo tome como un jueguito.