Debería sorprender. Pero no. Este Boca ya nos hizo perder la capacidad de asombro. Una vez más apareció su mística copera en una noche de todo o nada, ante 70.000 torcedores que bramaban por una victoria del Cruzeiro. Una víctima que se suma a Palmeiras (x2), Vasco da Gama, Paysandú, Santos, Sao Caetano y Gremio, todos los equipos brasileños que cayeron rendidos a sus pies del 2000 para acá.
Los de Ischia jugaron con inteligencia, volviendo a ganar la mitad de cancha (como contra River) y acelerando en tres cuartos para definir la serie en el primer tiempo. Además, esta clasificación vino con moño: Palacio se sacó la mufa de los mano a mano perdidos (aunque, nobleza obliga, antes de su golazo volvió a desperdiciar uno) y Palermo demostró una vez más (¿hace falta a esta altura de su carrera?) que cuando le embocan un centro a la cabeza hay que sacar del medio.
Para corregir: las salidas de Caranta en los centros. Si el partido estaba 2-3 cuando se empecinó en cazar mariposas, a esta hora las guardias de los hospitales estarían atestadas de hinchas de Boca. Los mismos que ahora están celebrando un nuevo triunfo histórico de este equipo que ya no sorprende a nadie.
jueves, 8 de mayo de 2008
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1 comentario:
Es impresionante como Boca en las últimas copas, empieza de menor a mayor... clasifica raspando y después se va haciendo cada vez mas fuerte...
La conclusión que saco de todo esto, es que los técnicos no sirven para nada en un equipo, son los jugadores los responsables de si un equipo gana o no gana... Queda demostrado con Ischia que viene de salir ULTIMO con Central y ahora esta peleando la copa libertadores.
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