domingo, 4 de mayo de 2008

Fue sólo una cuestión de actitud


Ni Riquelme ni Palermo ni Palacio. Ni Ortega ni Buonanotte ni Falcao. El desequilibro no estuvo en las grandes figuras por las que siempre se apuesta en las largas horas de cada previa de superclásico. Esta vez, la diferencia que desembocó en el justo 1-0 de Boca contra River estuvo en la actitud. Eso mismo que siete días atrás les había faltado a los de Ischia en el Nuevo Gasómetro. Eso mismo que le había sobrado al equipo de Ramón para estirar la paternidad con poco. Eso mismo que en la Bombonera les faltó a los dirigidos por -vaya paradoja- el dueño del copyright de una frase que dice que estos partidos hay que jugarlos “con el cuchillo entre los dientes”.

Ya lo dijo Fito Páez: es sólo una cuestión de actitud. Y esa bandera de los huevos la llevó Sebastián Battaglia, el muchachito de la película. Porque no sólo anotó el gol que después él y sus compañeros defendieron a muerte, sino que fue el patrón de un mediocampo que el Cholo le dejó servido en bandeja a Boca, al apostar por tres volantes netamente ofensivos (Ortega, Alexis Sánchez y Buonanotte), y un doble cinco mentiroso (Leo Ponzio y Abelairas), ya que el único con vocación defensiva es el ex Newell’s. Un audaz planteo que podrá servir para ganarle a un equipo chico en el Monumental. Pero que aplicado en la Bombonera se convierte en intento de suicidio. Entonces Battaglia, con la ayuda de Pablo Ledesma (nada que ver con el que deambuló por la cancha ante San Lorenzo) y el ida y vuelta de Dátolo (nada que ver con el que se trastabillaba con la pelota en épocas de Russo), se adueñó del medio y ayudó a su equipo a conservar la tempranera ventaja con mucho sacrificio y posesión de pelota. Justo lo que le faltó a River para ir en busca de un empate del que sólo estuvo cerca cuando Abreu (suplente a pesar de su favorable historial con Boca) le dio altura a sus insípidos ataques.

¿Riquelme? Las estadísticas dirán que asistió de córner a Battaglia en el gol, pero su actuación estuvo muy lejos de las de otros superclásicos. Ah, impreciso y todo, casi se manda un golazo en el ST. ¿Palermo? Le sobró optimismo, le faltó pelota. ¿Palacio? Incansable por las puntas, aunque se le volvió a nublar la vista en un mano a mano, algo que a esta altura ya tiene calificativo de preocupante. ¿Ortega? Mucha gambeta y pocas nueces. ¿Buonanotte? Esta vez no lo tuvo a Neri Cardozo para hacerle un caño, y quedó envuelto en la confusión de todo River. ¿Falcao? Se fue del partido cuando se metió en una disputa personal con Morel Rodríguez. Con estas seis figuras en tan bajo nivel, el partido malo estaba asegurado.

Pero a falta de estrellas, el brillo lo aportó Battaglia. Por él y su contagio, Boca hoy festeja una victoria que sus hinchas necesitaban para alimentar el ego de una paternidad que hace 3 años que tenía hambre. Y que el domingo a la noche se fue a dormir con la panza llena. Y el corazón contento.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy linda nota. Tan linda como quien la escribió.

Anónimo dijo...

Mi nombre es Oscar, y tengo 73 años, desde la época de Dante Panzeri, que no leo una nota tan inteligente y bien desarrollada. Si viviera Borocoto y leyera a este joven periodista, seguramente se emocionaría y lo contrataría de inmediato. Con este blog gana el periodismo inteligente e independiente, que lamentablemente queda tan poco en este bendito país.
Seguí laburando así pibe.
Tenes un futuro inmenso.

Anónimo dijo...

Aporto un dato de color: River perdió sólo dos partidos en este torneo.. y saben una cosa?? justo los dos equipos tienen la azul y amarillo en el pecho... que casualidad no??

Anónimo dijo...

La verdad que el comentario es perfecto... no puede ver el partido por tele, pero gracias a esta nota puedo apinar en el café.

Anónimo dijo...

Hola soy Oscar, tengo 73 años y soy de Balvanera. Quiero decir que si bien no soy hincha de River, me rompe los huevos que el Cholo Simeone vaya a Bailando por un Sueño y todavía se de el lujo de hablar. A su vez no me gusta como baila la mujer.
El blog me parece muy bueno. Me encanta como redacta este pibe Beltramo.

Anónimo dijo...

Hay veces en que muchas palabras hacen que un análisis enturbie más que aclarar. Por lo concreto y claro el comentario es efectivo. Por tu certeza en la elección de los conceptos: Actitud y, fundamentalmente, falta de desequilibrio.
Abrazo, Lucas, y que sea con éxito.