Con el resultado -y el trámite del partido- puesto cuesta magnificar esta nueva victoria boquense. Pero vale la pena recordar que jamás un equipo nacional había ganado por esta diferencia en México. Y que antes del pitazo inicial todos los medios recordaban religiosamente las derrotas que la azul y oro acumulaba en tierras aztecas. Incluidos los mexicanos. Todas estadísticas que quedaron en la anécdota después del insuperable primer tiempo xeneize.
La explicación de moda es que los rivales extranjeros le tienen demasiado respeto a Boca por su gloria cosechada desde el 2000 para acá. Sin embargo para encontrar la fórmula hay que viajar a Paraguay (Olimpia), Colombia (Once Caldas) o México (Chivas), los únicos tres equipos que pudieron ganarle por Copa Libertadores en estos 8 años. Ni River (dos veces) ni Vélez (una vez) supieron resolver la ecuación.
Por eso quizá la explicación haya que buscarla en el vestuario. En esa mística que los más viejos les van transmitiendo a los más jóvenes, y que se ve reflejada en cualquier cancha (Jalisco, Mineirao, Olímpico de Porto Alegre, Morumbí o donde sea) por la autoridad con la que Boca juega estos partidos. Esa que hoy lo lleva a estar nuevamente en una semifinal de Copa.
1 comentario:
jajajajajajajaja!!! me rio de la carita de los hinchas de river hoy... jajajajajalisco!!!
muy buenaa tapaaaa!
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