Es inevitable la vinculación con el caso Carlos Monzón. Ayer Venezuela amaneció conmocionada por el suicidio del boxeador Edwin "Inca" Valero, que se ahorcó en la celda de una comisaría de Carabobo, pocas horas después de haber sido detenido por el asesinato de su esposa, crimen que él mismo confesó. El pugilista de 28 años, muy famoso en su país, era el actual campeón mundial CMB (Consejo Mundial de Boxeo) y anteriormente había conseguido la corona superpluma de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo)."Valero tiró la toalla", titula el diario deportivo Líder, medio que por lo general le dedica la mayor parte de sus páginas al béisbol, el deporte más popular en Venezuela. "Puso fin a su vida la madrugada del lunes en Valencia, luego de una cadena de hechos, en los cuales el descuido y la negligencia de su entorno, desencadenaron su trágica muerte y la de su esposa", agrega en su bajada.
"¡Qué locura!", encabeza su portada Meridiano, el otro periódico deportivo venezolano, que habitualmente le brinda mayor interés al fútbol. "Edwin Valero se suicidó...", agrega en su volanta. "El doble campeón mundial, víctima de la desidia estatal", opina.
El lunes, ambos diarios habían reflejado el estupor por el asesinato de Jennifer Carolina Viera, de 24 años, a manos de su esposo. "Esta tragedia pudo evitarse", titulaba Líder. "El mundo del boxeo repudia el hecho", informaba en el copete. "Triste final", definía Meridiano. "El campeón mundial tras las rejas", anunciaba. "El Inca Valero aniquiló a su esposa", completaba en su volanta. Horas después, Edwin también terminaría con su propia vida.
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