Hasta el blooper con Vélez, cuando se le escapó increíblemente una pelota tras descolgar un centro, y Silva la empujó al gol, Adrián Gabbarini había recibido 6 goles en 5 fechas. De ahí en adelante, sólo fue a buscar la pelota adentro del arco una vez en 7 fechas. Un ejemplo de fuerza mental y autosuperación, con doble mérito por el puesto que ocupa. Sobran casos de arqueros que nunca se repusieron de un error tan infantil como aquel de la noche de Liniers (el más reciente, Javier García en el Boca campeón del Apertura 2008, más allá de que ahora recuperó el puesto, por las chambonadas varias del Pato). Independiente tiene un arquero para salir campeón. Un muro infernal.
domingo, 4 de abril de 2010
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