Lloró Paula en el tatami. Lloraron sus padres en cadena nacional. Lloraron sus amigos de San Fernando y Estudiantes de la Plata. Y lloramos todos los que amamos el deporte. La medalla de bronce que ya cuelga del pecho de Paula Pareto es otra de esas pequeñas hazañas a las que nos tiene acostumbrados el deporte nacional. Porque nadie -ni la propia Paula- contaba con la posibilidad de que La Peque se subiera al podio, y lograra la primera presea olímpica en la historia del judo argentino.
Medalla de plata en los Sudamericanos 2006, bronce en los Panamericanos 2007 y quinta en el Mundial 2007, la aspiración de este "tifón" (como la calificó su madre) de 22 años era "lograr un diploma olímpico". Ganó una medalla. Y un lugar en la historia del deporte argentino.
domingo, 10 de agosto de 2008
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