La derrota con Lituania había dolido el triple. Sobre todo el triple... del final. Entonces se hacía imperioso vencer con claridad a Australia para recuperarse en lo anímico. Por eso el 85-68 a Australia se celebró con énfasis en la medianoche china, mediodía argentino.
Pero más allá de sumar de a 2 puntos para la tabla de posiciones, la selección de Sergio Hernández necesitaba mejorar en el juego, para no sentir que se depende sólo de las manos calientes de Ginóbili, Scola o Nocioni, sensación que había dejado en el debut. Y esta vez hubo ataque asociado, asistencias a granel (18 asistencias, la mayor cantidad de un equipo en esta 2º fecha), y buen reparto de puntos: Manu 21, Luifa 17, Delfino 14, Oberto 12, Prigioni 8, Nocioni 6, Román González 4 y Leo Gutiérrez 3. Ah, y hubo defensa. Mucha defensa. Todo buenos síntomas de cara a la defensa... del oro.
Pero más allá de sumar de a 2 puntos para la tabla de posiciones, la selección de Sergio Hernández necesitaba mejorar en el juego, para no sentir que se depende sólo de las manos calientes de Ginóbili, Scola o Nocioni, sensación que había dejado en el debut. Y esta vez hubo ataque asociado, asistencias a granel (18 asistencias, la mayor cantidad de un equipo en esta 2º fecha), y buen reparto de puntos: Manu 21, Luifa 17, Delfino 14, Oberto 12, Prigioni 8, Nocioni 6, Román González 4 y Leo Gutiérrez 3. Ah, y hubo defensa. Mucha defensa. Todo buenos síntomas de cara a la defensa... del oro.
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