Por cosas como la que pasó esta noche en la Bombonera el fútbol es el deporte más maravilloso que haya creado el hombre. Un partido que parece acabado con el tempranero 1-0 de Palacio (4-1 en el global), un trámite que Boca domina a piacere, un segundo tiempo que parece sobrar, relatores y comentaristas que ya no saben cómo hacer para mantener el interés del público, y de repente dos goles de Arsenal (el 2º ya con un jugador menos por expulsión de Báez) y estupor de propios y extraños. ¡Un gol más del Arse y a los penales! Para colmo Christian Díaz ve la segunda amarilla por dejarle los tapones marcados a Viatri, y ahora son 11 contra 9.
El fantasma del Monumentalazo de San Lorenzo que se posa sobre la Ribera. Caranta que hace tiempo. Riquelme que no lo define. Y Riquelme que lo define. De tiro libre (con carambola palo-Campestrini), a segundos del pitazo final. Una cosa de locos. Y un festejo para el Loco, que vio por TV cómo sus compañeros y la hinchada le dedicaban este nuevo título, el 18º internacional para Boca. Pero primero hubo que saber sufrir, claro.
El fantasma del Monumentalazo de San Lorenzo que se posa sobre la Ribera. Caranta que hace tiempo. Riquelme que no lo define. Y Riquelme que lo define. De tiro libre (con carambola palo-Campestrini), a segundos del pitazo final. Una cosa de locos. Y un festejo para el Loco, que vio por TV cómo sus compañeros y la hinchada le dedicaban este nuevo título, el 18º internacional para Boca. Pero primero hubo que saber sufrir, claro.
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