"No creo que Vélez nos haya superado. La diferencia fue la contundencia. Pese a la derrota me voy conforme porque River demostró que tiene aspiraciones concretas de pelear". Tal vez la agresiva platea que tuvo a sus espaldas no lo dejó ver bien el partido. Pero que Angel Cappa diga que su equipo no fue superado por el de Gareca, roza la grosería futbolera.
Su discurso podrá ser tan atractivo como el de Borghi. Pero cabe recordar que River y Boca, pese a las urgencias de sus presentes, fueron por ellos en una clara apuesta por el fútbol bien jugado. Y justamente lo que les falta a sus equipos es eso: FUTBOL. Entonces el discurso se queda en las palabras. Y lejos, bien lejos de la cancha.
Una imagen vale más que diez conferencias de prensa. Y ayer Vélez fue una vara demasiado alta para River. Porque aunque Cappa no lo haya visto, sus jugadores fueron superados en todas las líneas, y el 2-1 hasta quedó corto para lo que pasó en el césped. Sólo el zapatazo de Buonanotte, (relegado al banco por bajo rendimiento, y luego adentro por el desgarro de Lanzini) lo volvió a meter en partido. Pero el Millonario sufrió el trámite y aguantó hasta donde pudo a un rival que tuvo en sus delanteros y Papa los puntos más altos.
El mejor ejemplo es el de los últimos 20 minutos, luego de la expulsión de Somoza y con Vélez en ventaja. Ni con uno más en cancha River pudo siquiera acercarse al arco de Barovero. Así, los de Nuñez se despidieron de la punta, y se fueron masticando bronca por la realidad que indican los promedios: hoy está en descenso directo. La buena: de los 33 partidos que quedan en la temporada, sólo uno será contra Vélez.
lunes, 6 de septiembre de 2010
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1 comentario:
Con un nivel tan pobre de objetividad no me extraña que estes laburando en Paparazzi... ahi esta tu nivel real.
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