
Su discurso podrá ser tan atractivo como el de Borghi. Pero cabe recordar que River y Boca, pese a las urgencias de sus presentes, fueron por ellos en una clara apuesta por el fútbol bien jugado. Y justamente lo que les falta a sus equipos es eso: FUTBOL. Entonces el discurso se queda en las palabras. Y lejos, bien lejos de la cancha.
Una imagen vale más que diez conferencias de prensa. Y ayer Vélez fue una vara demasiado alta para River. Porque aunque Cappa no lo haya visto, sus jugadores fueron superados en todas las líneas, y el 2-1 hasta quedó corto para lo que pasó en el césped. Sólo el zapatazo de Buonanotte, (relegado al banco por bajo rendimiento, y luego adentro por el desgarro de Lanzini) lo volvió a meter en partido. Pero el Millonario sufrió el trámite y aguantó hasta donde pudo a un rival que tuvo en sus delanteros y Papa los puntos más altos.
El mejor ejemplo es el de los últimos 20 minutos, luego de la expulsión de Somoza y con Vélez en ventaja. Ni con uno más en cancha River pudo siquiera acercarse al arco de Barovero. Así, los de Nuñez se despidieron de la punta, y se fueron masticando bronca por la realidad que indican los promedios: hoy está en descenso directo. La buena: de los 33 partidos que quedan en la temporada, sólo uno será contra Vélez.
1 comentario:
Con un nivel tan pobre de objetividad no me extraña que estes laburando en Paparazzi... ahi esta tu nivel real.
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