La tapa de un día ideal para el deporte argentino: 4-1 a España en fútbol y 93-89 a Brasil en octavos del Mundial de básquet

Emociona Scola. Y emociona -una vez más- la Generación Dorada del básquet. "¡Tengo unas ganas de darte un abrazo! ¡Conmovedor!", le escribe vía Twitter Manu Ginóbili al otro Ginóbili que tiene esta Selección. Porque a esta altura lo del Luifa en Turquía está al nivel del bahiense. ¡Clavó 37 puntos! Récord argentino absoluto en Mundiales. El 40% de los porotos del equipo de Sergio Hernández. Y enfrente estaba el mejor Brasil en décadas, con el plus de un DT que conocía las mañas del ex Ferro. Hubo Scola do Samba, nomás.

Ilusiona este Messi. E ilusiona -una vez más- la Selección Argentina. El gol de Lionel fue un Picasso. Pero el de Higuaín no se queda atrás, más allá de la arriesgada gambeta cuando la jugada pedía pase para la Pulga (porque es fácil elogiar con la pelota en la red) que luego corrigió con una definición HD.

Ilusiona este Tevez. El que no sólo juega con el corazón, sino con la cabeza. Dos tomá-y-hacelo, un gol a lo Apache (porque había que estar bien despierto para capitalizar el error de Reina) y el sacrificio de siempre lo convirtieron en la figura del partido.

También ilusionan las vueltas de Cambiasso y Banega, equilibrio y buena distribución para una mitad de cancha que había hecho agua en el tramo final del Mundial de Sudáfrica. Y se ilusiona el Checho Batista, claro. ¿Alguien se animará a sacarle el buzo de DT después de este 4-1 al campeón del mundo?