
El flamante DT xeneize ya había avisado de las condiciones de este juvenil de 20 años. "Si no arregla Riquelme, Cañete está para ocupar el puesto", tiró antes de darle rodaje. Y el enganche oriundo de Villa Lugano le está dando la razón. Le falta cambiar de ritmo, dosificar la gambeta con pases cortos y mas orden en la cancha, pero su debut es más que promisorio.
A tono con Cañete, este Boca que lleva 180 minutos sin recibir goles ocupa mejor los espacios en el mediocampo y presiona en toda la cancha, dos virtudes que alivian la tarea de Lucchetti. Ayer, en ese afán de morder cada pelota, fue "demasiado al roce", como remarcó Borghi, y convirtió un amistoso en partido de Copa Libertadores (los australianos también pegaron de lo lindo). Nada que no se pueda corregir de acá al 8 de agosto, cuando visite a Godoy Cruz.
En el debe también figuran las variantes en ataque: Mouche se ahoga cada vez más seguido en su laberinto y no logra cumplir con su principal tarea, que es abastecer a Viatri. Y Monzón, en plena adaptación a su nuevo puesto de volante, por ahora llega con menos claridad al área de enfrente. El próximo viernes, ante el Wellington Phoenix neocelandés, a las 4.30 de la madrugada, tendrán 90 minutos más para mejorar. La base está.
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