Con esta nota altamente recomendable, Tinta Deportiva reinaugura la sección de columnistas invitados. Amigos y colegas que esta maravillosa profesión me hizo conocer, y que prestan su pluma para unas líneas de reflexión en el blog. Y como fue en 2008, el primer invitado es mi amigo y colega (en ese orden) Diego Marcos. Pasen y lean.
Por Diego Marcos*
Señoras y señores, queda abierto el debate.
Aunque algo difícil de responder, la pregunta es directa, concreta. Y contundente, un disparo certero al medio del arco de la opinión futbolera: el campeonato argentino, ¿es el mejor del mundo? ¿Sí o no?
Desorganizados, caóticos, plagados de situaciones curiosas, polémicas o insólitas y, lo que es peor, vaciados de figuras por la sangría constante de sus mejores exponentes, Aperturas y Clausuras sacan, sin embargo, una enorme ventaja en una cuestión clave para el veredicto final: son vertiginosos, apasionantes y aquí sí, de verdad, cualquiera le gana a otro y puede aspirar a la corona.
¿En qué otro torneo de elite se puede dar un desempate como el de Boca y Estudiantes en 2006, un triangular como el de Xeneizes, Tigre y San Lorenzo en diciembre de 2008, una final como la de Vélez y Huracán hace un año, o una última fecha como la de diciembre, con Banfield y Newell´s jugándose el cetro en medio de una llamativa crisis de nervios?
Los campeonatos cortos, criticados hasta el hartazgo por su ritmo frenético y arrollador, provocaron el segundo dato que robustece el prestigio de la liga criolla frente a sus competidores: en los últimos 10 años fueron campeones Boca, River, Independiente, Racing, San Lorenzo, Estudiantes, Velez, Newell's, Lanús y Banfield. Diez equipos, a uno distinto por temporada.
La tercera y gran diferencia es que, por un motivo u otro, todos los partidos que se juegan en la Argentina deciden algo. Son a suerte y verdad. Echemos un vistazo a la fecha que empieza mañana. Huracán (si no gana, pobre Rivoira) vs. Chacarita (no puede perder 4 seguidos); Atlético Tucumán (necesita ganar sí o sí) vs. Estudiantes (de reojo, en silencio, quiere seguir prendido); San Lorenzo (¿Y el Cholo?) vs. Colón (otra vez el Turco Mohamed contra su archirival); Lanús (oía, uno que ni chicha ni limonada) vs. Racing (si vuelve con las manos vacías, agárrense); Argentinos (con 3 puntos se mete en la pelea) vs. Tigre (¿quién te dice, no, Caruso?); Newell's vs. Vélez (el que gana se acomoda arriba); Independiente (ja, el puntero) vs. Central (ja, uno que está al límite de la Promo); Gimnasia (otro que necesita los puntos como el agua) vs. Arsenal (el segundo que parece jugarse poco y nada); Godoy Cruz (la sorpresa del torneo) vs. Banfield (el campeón que no se resigna); y un partido "menor": Boca-River. En fin, fútbol para todos… los gustos.
La Liga Española, la de las estrellas, es un aburrido mano a mano entre Barcelona y Real Madrid. Disputadas 26 fechas, ambos comparten la punta con 65 unidades, 18 más (18, sí, ¡18!) que Valencia, el tercero. Atlético Madrid, con la superdelantera rioplatense Kun Agüero-Diego Forlán, suma 34 porotos, 31 (31, sí, ¡31!) menos que los líderes. Así cada año. Un plomo inaudito, lo más parecido al fútbol uruguayo antes de que Defensor rompiera con la leyenda de Peñarol y Nacional. Ni hablar del nivel de los partidos: quien se aguante sin dormir 90 minutos frente al televisor de un Osasuna-Xerez, o de un Numancia-Albacete, o de un Mallorca-Valladolid, sólo por citar tres casos (y vaya que sobran) podrá ser considerado un verdadero héroe del fútbol. Y apenas por completar la proeza sin caer en la tentación del sueño.
Un poco más “peleada” es la Premier League inglesa, la que paga los mejores salarios del planeta. Allí no son dos, sino tres los equipos que hegemonizan la pelea por el poder. El triangular lo resuelven Manchester United (66 puntos), Chelsea y Arsenal (64 cada uno). Tottenham, el cuarto, tiene 14 menos que el puntero, y el Manchester City de Carlitos Tevez y su banda apenas reúne 50 puntos. Liverpool ni figura. Ninguno sale en la foto. Otro dolor de ojos si en la cancha no están los líderes.
A Italia le pasa algo parecido. Si no es Inter, es Milán. Y si no, la Juve. De ahí no sale. Repasemos la actual temporada: Inter primero con 59, Milán segundo con 58, tercia la Roma, con 53; y cuarto viene Palermo con 46. Imposible prestarle atención, digamos, a un Chievo Verona- Cagliari si en alguno de esos equipos no juega un primo, un amigo o algún conocido del barrio que la pegó con la pelotita. Un partido del Catania dura algo más en la pantalla de ESPN, hasta que Maxi López pierde un gol, y adiós interés.
En España, 14 de los últimos 18 campeonatos los repartieron Barcelona y el Madrid. En Italia, Inter, Juve y Milán se dividieron 14 de 18. Y en Inglaterra, entre United, Chelsea y Arsenal sumaron 17 de 18.
Ellos tienen a las figuras. Y los millones. Y los mejores estadios. Y un calendario que les anticipa, ya, contra quien van a jugar, qué día y a qué hora en la liga 2017-2018. Son metódicos, serios, responsables y ordenados. Nosotros no. Somos, si se quiere, lo contrario. El otro polo. La contracara. Pero igual hay motivos que sostienen la idea de que, campeonatos como los de acá, en Europa no se consiguen.
*Ex redactor de Deportes de La Razón y prosecretario de Deportes de Crónica. Actualmente es secretario de redacción de la revista Paparazzi.
viernes, 19 de marzo de 2010
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4 comentarios:
Los torneos argentinos dan para todo... por eso son tan interesantes.
Me parecio muy buena la nota Diego, pero la pifiaste en una cosa, Central no está en promo! una vez que salimos vos nos queres meter ehh??? jaja un abrazo.
Tenés razón, Zurdo. Ahí modificamos ese dato. Abrazo.
Gracias por la corrección, amigo de la izquierda. Entre otras cosas, eso es lo bueno que tiene nuestro fútbol: todas las semanas pasa algo. Cambian los punteros, los perseguidores, y también los que están en promoción o descenso directo. El "subibaja" es permanente.
Otra vez gracias. Abrazo. Diego Marcos.
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