No hace falta ser psicólogo para darse cuenta de que este Boca se cae ante la primera adversidad. Ni la festejadísima victoria ante River le permitió fortalecerse mentalmente. Ayer, tras un aceptable PT ante Chacarita, que terminó 1-0 pero pudo ser con una diferencia mayor, los de Abel Alves tiraron todo por la borda en el arranque nomás del ST: empate de Parra, error de García y penal de Barroso (¡de Barroso, Laverni! No de Muñoz, expulsado insólitamente), atajada del Uno y gol de rebote de Ramírez. A los 12', Boca ya perdía 2-1 y tenía un jugador menos. El final lo resume la tapa de Tinta Deportiva: Cuatro goles y un funeral.
Basta repasar el camino sinuoso hecho por los xeneizes en lo que va del Clausura, para reforzar el primer concepto escrito en esta nota.
1) Con Argentinos iba 1-0, le empataron a poco del final y enseguida Riquelme logró el 2-1, un gol que debería haber cerrado el partido. Pero sobre la hora le volvieron a igualar. Y de pelota parada.
2) Con Newell’s lo embocaron de arranque, y a los 15’ ya iba 0-3. Con esfuerzo llegó al 2-3, y cuando parecía que lo empataba, tuvo un error infantil en el fondo y terminó 2-4.
3) Con Estudiantes iba 1-0, tenía el partido dominado, y sin embargo le empataron sobre la hora al dejar a un delantero rival ¡mano a mano con el arquero! por otra desatención en el fondo. Insólito para un equipo que iba ganando en tiempo de descuento.
4) Con Vélez se repuso de un 0-1 y de un penal errado con el partido 1-1, lo convirtió en 3-1 con gran efectividad, y sin embargo Vélez se lo llevó por delante y lo dio vuelta: 3-4. Tuvo una reacción que alcanzó para el 4-4 agónico, pero fue otro partido insólito de Boca.
5) Con Racing arrancó 1-0, jugando 15 minutos alentadores, pero se volvió a caer y al final del primero tiempo ya perdía contra un equipo que pelea por no descender: 1-2.
6) Con Tigre arrancó mejor, tuvo situaciones claras de gol, pero ante el primer gol de Tigre se vino abajo. Terminó 0-3. Y tocó fondo. El mismo fondo que volvió a pisar ayer con Chacarita.
Párrafo aparte para el polémico cambio de Alves, que a los 25' sacó a Palermo con Boca 1-2, para poner a Viatri. "¿Por qué me sacas, si vamos perdiendo?", le dijo, enojado, Martín. "Lo saqué porque estaba cansado, jugó hace 3 días", explicó el DT, que ya lo había cambiado en un 0-0 con Atlético Tucumán, en la Bombonera. Por más transparencia que quiera darle Abel a su accionar, lo que hizo huele más a presión dirigencial que a otra cosa, a meses de definir la renovación o no del contrato del máximo goleador de la historia del club. Que Palermo ayer no había pesado es cierto (así y todo metió un cabezazo en el travesaño). Tan cierto como que una bestia del gol como es él no se toca cuando tu equipo está perdiendo. Y Alves lo sabe.
En la otra punta de la tabla está Independiente, un equipo utilitario que fue creciendo en solidez y hoy es el gran candidato a dar la vuelta olímpica. Ayer arrancó decidido a llevarse todo del Cementerio de los Elefantes, y pasó a ganar rápido con la bomba de Leonel Núñez. Pero el Bichi Fuertes no le permitió festejar mucho, y después el Rojo se las vio negras, sobre todo cuando quedó 10 contra 11 primero, y 9 contra 10 después. Pero apoyado en las atajadas de un cada vez más firme Gabbarini (tremendas las dos pelotas que le tapó a Nico Torres) y en el sacrificio colectivo de sus compañeros, que siempren intentan cubrir los espacios libres en su campo, los de Gallego se aferraron a un punto que suma. Prueba superada.
Basta repasar el camino sinuoso hecho por los xeneizes en lo que va del Clausura, para reforzar el primer concepto escrito en esta nota.
1) Con Argentinos iba 1-0, le empataron a poco del final y enseguida Riquelme logró el 2-1, un gol que debería haber cerrado el partido. Pero sobre la hora le volvieron a igualar. Y de pelota parada.
2) Con Newell’s lo embocaron de arranque, y a los 15’ ya iba 0-3. Con esfuerzo llegó al 2-3, y cuando parecía que lo empataba, tuvo un error infantil en el fondo y terminó 2-4.
3) Con Estudiantes iba 1-0, tenía el partido dominado, y sin embargo le empataron sobre la hora al dejar a un delantero rival ¡mano a mano con el arquero! por otra desatención en el fondo. Insólito para un equipo que iba ganando en tiempo de descuento.
4) Con Vélez se repuso de un 0-1 y de un penal errado con el partido 1-1, lo convirtió en 3-1 con gran efectividad, y sin embargo Vélez se lo llevó por delante y lo dio vuelta: 3-4. Tuvo una reacción que alcanzó para el 4-4 agónico, pero fue otro partido insólito de Boca.
5) Con Racing arrancó 1-0, jugando 15 minutos alentadores, pero se volvió a caer y al final del primero tiempo ya perdía contra un equipo que pelea por no descender: 1-2.
6) Con Tigre arrancó mejor, tuvo situaciones claras de gol, pero ante el primer gol de Tigre se vino abajo. Terminó 0-3. Y tocó fondo. El mismo fondo que volvió a pisar ayer con Chacarita.
Párrafo aparte para el polémico cambio de Alves, que a los 25' sacó a Palermo con Boca 1-2, para poner a Viatri. "¿Por qué me sacas, si vamos perdiendo?", le dijo, enojado, Martín. "Lo saqué porque estaba cansado, jugó hace 3 días", explicó el DT, que ya lo había cambiado en un 0-0 con Atlético Tucumán, en la Bombonera. Por más transparencia que quiera darle Abel a su accionar, lo que hizo huele más a presión dirigencial que a otra cosa, a meses de definir la renovación o no del contrato del máximo goleador de la historia del club. Que Palermo ayer no había pesado es cierto (así y todo metió un cabezazo en el travesaño). Tan cierto como que una bestia del gol como es él no se toca cuando tu equipo está perdiendo. Y Alves lo sabe.
En la otra punta de la tabla está Independiente, un equipo utilitario que fue creciendo en solidez y hoy es el gran candidato a dar la vuelta olímpica. Ayer arrancó decidido a llevarse todo del Cementerio de los Elefantes, y pasó a ganar rápido con la bomba de Leonel Núñez. Pero el Bichi Fuertes no le permitió festejar mucho, y después el Rojo se las vio negras, sobre todo cuando quedó 10 contra 11 primero, y 9 contra 10 después. Pero apoyado en las atajadas de un cada vez más firme Gabbarini (tremendas las dos pelotas que le tapó a Nico Torres) y en el sacrificio colectivo de sus compañeros, que siempren intentan cubrir los espacios libres en su campo, los de Gallego se aferraron a un punto que suma. Prueba superada.
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