Por Diego Marcos*En la Argentina, a Miguel Caneo se lo recuerda más por provocar un incidente entre palquistas de Boca y Carlos Bianchi –las cámaras de TV advirtieron cuando los hinchas le recriminaron al Virrey su inclusión en medio de un clásico con Independiente, y el entrenador los mandó a freír churros- que por gambetas, asistencias o goles. El muchacho del perfil bajo y los rasgos achinados hizo las valijas, anduvo por Quilmes, Colo Colo, Godoy Cruz, y llegó a Colombia, donde encontró el celular de Dios: se incorporó al modesto Boyacá Chicó, y lo llevó a ganar el primer campeonato de su corta historia de vida.
Caneo fue genio y figura del conjunto “ajedrezado”, un club que nació en un barrio acomodado de Bogotá, pero se mudó a la ciudad de Tunja para encontrar el apoyo que no conseguía en la capital de ese país. Fue el goleador del campeonato, con 13 conquistas, y marcó una trascendental anotación en la segunda final contra el América de Cali: el partido terminó 1-1 (igual que el de ida) y en la definición por penales se impuso Chicó por 4-2.
Los diarios colombianos saludan al campeón y a su máximo exponente por igual. Algunos periodistas radiales, incluso, exigen por estas horas a la Federación averiguar si se puede nacionalizar a Caneo, para incluirlo en el seleccionado que disputa las eliminatorias. En el país del café y las liberaciones cinematográficas, se desató la Caneomanía.
El Tiempo, de Bogotá, señala que “Boyacá se puso de ruana el fútbol”, asegura que “En Tunja están más felices que nunca porque tienen al nuevo campeón de Colombia” y dice que “el gol lo convirtió su gran estrella, Miguel Caneo”. El sitio de Internet futbolred.com, que pertenece al periódico, publica hoy que “Caneo fue goleador del torneo y figura del título. El argentino fue el jugador Boom de la Copa Mustang. Llegó en completo silencio y ahora triunfa. Con un estado físico excelente, comenzó a rendir y a marcar goles importantes. Hoy es referencia para los rivales y para los medios de comunicación de Colombia. Tiene ofertas de México, España, Turquía y Grecia, pero el presidente del Chicó dijo que hará lo humano y lo divino por retenerlo. Caneo es rey y campeón. Ojalá fueran así todos los extranjeros que llegan al país para jugar. Caneo llegó a un punto muy alto”.
Otro diario bogotano, el Hoy, titula su portada con un sonoro “Gigantes”, y destaca que “Boyacá Chico logró la primera estrella de su historia”. América, que cuenta 12, se quedó a las puertas de alcanzar a Millonarios, el colombiano más ganador con 13 vueltas olímpicas. A tono con los últimos acontecimientos militares que sacudieron al país (y al mundo entero), El Colombiano, de Medellín, manifiesta que “Chicó se sublevó y ganó batalla en Boyacá”, y no se olvida de mencionar que “al llegar a las 13 conquistas, Caneo se alzó con el botín de oro”.
El Mundo, otro rotativo de la ciudad donde perdiera la vida Carlos Gardel, califica al Chicó como “Todo un campeón” y subraya que “con apenas cuatro años y medio en primera, ya ganó un título”. Por último, La Tarde, de Pereira, prefiere jugar con una cuestión de tamaños: “Y Chicó se hizo grande”, cuenta que “Se aseguró un lugar en la Libertadores 2009” y sentencia que “el mejor del campeonato es el justo campeón”. Bien por Chicó, bien por Caneo. Una vez más, Carlos Bianchi tenía razón.
*Ex redactor de Deportes de La Razón y prosecretario de Deportes de Crónica. Actualmente es redactor jefe de la revista Paparazzi.
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