Guiños del destino. San Lorenzo ganó agónicamente por otro uruguayo alto que se llama Sebastián. Cuatro centímetros más lungo que Washington Abreu, para ser más exactos. Es verdad: con varios metros menos de juego que el Loco, al menos por lo demostrado anoche en Avellaneda. Pero con esa capacidad de transformar un centrito en gol, algo que el Falcon de Ramón necesitaba como la nafta. Por eso -y sólo por eso- el Pelado Díaz lo dejó en cancha y sacó a Menseguez (de buen partido) cuando a 20' del final metió a Alfaro (¡cómo se nubló en el mano a mano con el paragua Fernández!). Balsas cumplió. Lo festejó en un abrazo con el DT. Y sacó a flote al Ciclón. Guiños del destino.
domingo, 22 de agosto de 2010
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